La importancia del  Juicio en el Santuario 

 

Es obvio que la doctrina del juicio investigador que comenzó en 1844 permanece tan firme como la misma Palabra de Dios. Pero, ¿cuál es la importancia del juicio? ¿Y qué significa para nuestras vidas hoy en día?

Para comprender el juicio, debemos comprender la universalidad del gran conflicto y el hecho de que el pecado no es un asunto que se limita a la tierra. "¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero,hijo de la mañana!" (Isaías 14:12).

El pecado comenzó en el cielo, con Lucifer. Afecta a todos los miembros de la creación, quienes tienen preguntas concernientes al pecado, la ley y el carácter de Dios, preguntas que por miles de años se han discutido en la tierra. "¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo" (Apocalipsis 12:12).

 

Jesús ganó la victoria decisiva en la cruz. Allí se pagó plenamente la penalidad por la transgresión, y aquellos que reclaman en su favor los méritos de la sangre de Cristo han sido redimidos. Pero, ¿qué diremos en cuanto al universo que observa lo que pasa? ¿Se contestaron en la cruz todas sus preguntas en cuanto al pecado, el gran conflicto y la ley de Dios?

Aparentemente no, porque Pablo escribió que la intención divina era "que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor" (Efesios 3:10-11). Este texto, escrito años después de la muerte de Jesús, muestra que no todo lo que "los principados y potestades en los lugares celestiales" necesitaban conocer en cuanto a la "multiforme sabiduría de Dios" les había sido revelado en el Calvario.

 

En cambio, Dios iba a revelar más de esa sabiduría "por medio de la  iglesia". Notemos también que este plan de revelar la sabiduría de Dios al universo mediante su iglesia estaba en armonía con el "propósito eterno que es en Cristo Jesús nuestro Señor".

 

A menudo pensamos que la muerte de Cristo había sido planeada desde el comienzo, ¡y en efecto así fue! Pero este versículo enseña que el plan divino de revelar su sabiduría al universo mediante su iglesia también es parte del "propósito eterno" de Dios. Con todo, ¿de qué modo nosotros hemos de ser usados en la revelación de esta sabiduría? "Somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó deantemano para que anduviésemos en ellas" (Efesios 2:10).

Nosotros no solamente fuimos creados para buenas obras, sino que estas obras fueron preparadas "de antemano", así como se ideó desde el principio el plan de que la iglesia mostrasela sabiduría de Dios.

 

¿Existe alguna relación entre nuestras buenas obras y la sabiduría de Dios que es revelada a un universo que observa lo que pasa? ¡Ciertamente! "En esto es glorificado mi Padre dijo Jesús, en que llevéis mucho fruto" (Juan15:8). "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres dijo también el Señor, para que veanvuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mateo 5:16).

 

El libro de Job muestra que Dios fue glorificado ante "los principados y potestades en los lugares celestiales" mediante el carácter y las buenas obras de Job, cuya fidelidad bajo la adversidad probó ante la mirada de los "hijos de Dios", los seres celestiales mencionados en el primer capítulo, que las acusaciones de Satanás eran erróneas. No es de sorprenderse que Pablo escriba que somos un espectáculo a los hombres y a los ángeles (ver 1 Corintios 4:9).

 

La idea de que Dios es glorificado en su pueblo representa un concepto crucial, y se encuentra en otras partes de la Biblia. "Que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleode gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamadosárboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya" (Isaías 61:3).

"Tu pueblo, todos ellosserán justos,... para glorificarme" (Isaías 60:21).

 

En Génesis 3:15, donde aparece la primera promesa evangélica, Dios le dice al diablo: "Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar".

 

Sabemos que en el Calvario Jesús hirió mortalmente la cabeza de la serpiente. Sin embargo, en Romanos 16 el apóstol Pablo escribe a los creyentes advirtiéndoles contra los falsos maestros. En el versículo 19 dice que quisiera que los cristianos fuesen "sabios para el bien, e ingenuos para el mal".  Luego, en el versículo siguiente, dice que "el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies". ¡Bajo nuestros pies!

¿Dios aplastará a Satanás bajo los pies de los creyentes? Obviamente Pablo se está refiriendo a Génesis 3:15, donde se le informa a Satanás de su futura desaparición. Sin embargo, Pablo implica que los creyentes tendrán una parte en esa destrucción.

¡Aquí hay un texto escrito miles de años antes de la cruz que muestra que el pueblo de Dios tendrá participación en la derrota del diablo!

¿Cómo podemos herir a Satanás?  ¿Podemos literalmente aplastarlo bajo nuestros pies? Difícilmente. En cambio, a través del poder de Cristo que mora en nosotros, podemos permitirque Jesús nos transforme a su imagen, permitiéndole que nos dé la victoria sobre todos nuestros pecados, permitiendo que nos haga "sabios para el bien" e "ingenuos para el mal", y así, mediante los caracteres que formamos, tributamos gloria a Dios. Mostramos que las acusaciones del diablo contra la ley de Dios son erróneas. ¡La ley de Dios puede guardarse; y él nos usará para ayudar a demostrarlo! ¿Qué otra evidencia prueba que no todo lo que las huestes celestiales necesitaban conocer en cuanto al plan de salvación se manifestó en la cruz? ¿Y qué otra cosa usará Dios para contestar esas preguntas?

 

Imaginémonos el santuario en el desierto. El altar del holocausto o de sacrificios simbolizaba la cruz. La fuente de bronce representaba la purificación. El Lugar Santo simbolizaba la reconciliación y el perdón, y en él estaban el candelero de oro (un símbolo del Espíritu Santo), la mesa de los panes de la proposición (un símbolo de Jesús), y el altar del incienso (símbolo de la justicia de Cristo que asciende con nuestras oraciones). El Lugar Santísimo era donde ocurría el juicio. El arca contenía los Diez Mandamientos, que expresaban la ley de Dios, y el propiciatorio de oro que cubría el arca simbolizaba la misericordia de Dios al tratar a aquellos que quebrantan esa ley. Por encima del propiciatorio estaban los dos ángeles que miraban hacia abajo, símbolo del interés de las huestes celestiales en el plan de redención.

 

Aquí los judíos tenían una representación pictórica de todo el plan de salvación: expiación, perdón, justificación, confesión, santificación, juicio, ¡todo estaba allí!

 

Ahora bien, si todo lo que la hueste celestial necesitaba conocer en cuanto al plan de salvación fue revelado en la cruz, entonces, cuando el Señor hizo el modelo del santuario (un símbolo de ese plan), ¿por qué no colocó esos dos querubines que simbolizaban el interés de la hueste celestial en la salvación sobre el altar del sacrificio, contemplando aquello que simbolizaba la cruz?

En cambio, Dios los colocó en el Lugar Santísimo, ¡contemplando el juicio! ¡Para simbolizar el interés del cielo, Dios no eligió la cruz sino el lugar donde ocurre el juicio investigador!

Esta posición no desmerece en absoluto lo que Jesús cumplió en la cruz. En cambio, simplemente muestra que en lo que se refiere a todos los habitantes del universo y cada uno está involucrado en el gran conflicto no todo fue contestado en el Calvario.

En cambio, el juicio sí les da respuestas, razón por la cual el Señor colocó a los ángeles en el Lugar Santísimo, contemplando el juicio, y no en el altar de holocaustos, observando el Calvario (había ángeles bordados en las cortinas del Lugar Santo, pero esa representación no es tan vigorosa como la de los dos ángeles de oro).

 

Aparentemente, el juicio también está involucrado en la contestación de las preguntas del universo. Notemos Romanos 3:4, que declara que Dios mismo está siendo juzgado. "Sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: para que seas justificado en tus palabras, y venzascuando fueres juzgado".La Biblia de Jerusalén reza: "Dios tiene que ser veraz y todo hombre mentiroso, como dice la Escritura: para que seas justificado en tus palabras y triunfes al ser juzgado".

 

En la Versión de Torres Amat, leemos este pasaje de la siguiente manera: "Siendo Dios, como es, veraz, y mentiroso todo hombre, según aquello que David dijo a Dios: a fin de que tú seas reconocido fiel en tus palabras y salgas vencedor en los juicios que de ti se hacen".

Y la versión de Nácar-Colunga rinde así este pasaje: "Hay que confesar que Dios es veraz y todo hombre falaz, según está escrito: Para que seas reconocido justo en tus palabras, y triunfes cuando fueres juzgado".

 

Este versículo, tal como aparece en diferentes versiones, comunica la idea de que Dios mismo es sometido a juicio, que él será juzgado y que el resultado de ese juicio vindica a Dios. "Y triunfes cuando fueres juzgado".

La Versión King James en inglés dice: "Para que puedas ser justificado en tus dichos, y puedas vencer cuando tú eres juzgado".

 

El versículo que se cita en este pasaje está tomado del Salmo 51: "Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado... para que seas reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio" (versículos 1-4).

 

David le está pidiendo a Dios que lo limpie de pecado, que lo lave de iniquidad, y que borre sus rebeliones. ¿Por qué? "Para que seas [Dios] reconocido justo en tu palabra, y tenido por puro en tu juicio". En otras palabras, Dios será "reconocido justo" y "puro" según la manera como trata el pecado de su pueblo.

 

Otras versiones transmiten una idea semejante: "De suerte que quedes justificado cuandosentencies y aparezcas sin tacha cuando juzgues" (Salmo 50:6, Versión de Bover-Cantera).  Aquí se transmite brillantemente la idea de que Dios será juzgado por la manera como juzga a su pueblo.

 

En realidad, el Salmo 51 no sólo habla de la limpieza del pecado, sino de que el pecado sea borrado también. ¿Cuándo es borrado el pecado? En el juicio, en el Lugar Santísimo del santuario, donde los dos ángeles, simbolizando el interés del cielo, están sobre el propiciatorio. Obviamente, Dios ganará su caso, prevalecerá o "será reconocido justo" en el juicio, cuando borre nuestros pecados. "Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio" (Isaías 5:16).

 

¿Ante quiénes será "exaltado", o "vindicado" o "reconocido justo"? En Daniel 7 vimos una descripción del juicio investigador, que fue dado "a los santos"(versículo 22). ¿Y quiénes comparecieron ante Dios cuando comenzó la sesión? "Millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos" (versículo 10).

 

Literalmente, millones de seres celestiales simbolizados por los dos querubines en el Lugar Santísimo presencian el juicio del pueblo de Dios. Debido a que todos los habitantes del universo están involucrados e interesados en el gran conflicto y en el plan de salvación, Dios cita este juicio divino ante ellos. Su universo no funciona como un Estado fascista, en el que se arresta, juzga y sentencia al pueblo en secreto. En cambio, Dios hace frente a las preguntas sobre el pecado y la rebelión en una manera completamente abierta, ante todo el cielo, quienes verán cómo sus preguntas en cuanto al carácter de Dios son contestadas. Dios mismo será considerado "justo cuando él juzgue".

 

¿Cuál es el mensaje del primer ángel? "Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado" (Apocalipsis 14:7).

¿Significa esto que Dios comienza a juzgar, o este versículo se refiere al comienzo del proceso por el cual Dios mismo es juzgado: "La hora de su juicio"? ¡Puede significar ambas cosas! ¡Se está juzgando su manera de juzgar!

 

Apocalipsis 14:7 anuncia el mensaje de que la hora del juicio de Dios "ha llegado". El juicio comienza en el capítulo 14. Dos capítulos más adelante, en el tiempo de las plagas (que significa que el tiempo de prueba ya ha terminado, algo que no había ocurrido en Apocalipsis 14) los seres celestiales exclaman: "Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos" (Apocalipsis 16:7).

¿Cómo saben que sus juicios son verdaderos y justos? Porque fueron testigos en la escena del juicio. Es por esto que declaran: "Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porquehas juzgado estas cosas" (Apocalipsis 16:5).¡Dios es justo "porque" ha "juzgado estas cosas"

 

!Con toda claridad la Biblia enseña que no todo lo que el universo necesitaba saber en cuanto a la "multiforme sabiduría de Dios" se aprendió en el Calvario. Dios les iba a dar más. Y dos cosas que él usará para contestar estas preguntas serán el desarrollo del carácter de su pueblo y el juicio en el cielo.

 

              - - ACCEDE A FACEBOOK  --
- - ACCEDE A FACEBOOK --

PÁGINAS RECOMENDADAS