¿QUE ESTÁ SUCEDIENDO?


A continuación entregamos algunas informaciones para quienes desconocen el fondo de este tema y como se ha desarrollado esta "polémica" de la ordenación de mujeres.
 


UN LLAMADO A LA UNIDAD RESPECTO DE LAS PRÁCTICAS DE LA IASD

Carta circular enviada desde la Asociación General

a todos los estamentos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día -    

 

 

Desde el inicio de 2012 varias Uniones de Conferencia(1) han realizado actos de apoyo, o compromisos con la ordenación al ministerio de mujeres.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día mundial en este momento se encuentra inmersa en un estudio de la teología de la ordenación y sus implicaciones. Este estudio está previsto que se complete en 2014 en el Consejo Ejecutivo Anual de la Asociación General. En ese momento, el consejo ejecutivo determinará el informe que será llevado al Congreso Mundial de la Asociacón General en 2015 junto tanto con la recomendación o no para que sea considerada por los delegados del Congreso.

A la vista del actual estudio y de las acciones de varias uniones, los directivos de la Asociación General(2), iincluyendo los presidentes de las 13 divisiones mundiales, han comunicado unánimemente un llamado para la unidad respecto la práctica de ordenación al ministerio. El llamado apela a:

1) la unidad en el respeto a una acción global eclesiástica (i.e. las decisiones tomadas en el Congreso Mundial en 1990 y 1995 respecto la ordenación al ministerio)

 

2) que cada consejo ejecutivo de unión revise cuidadosamente los efectos de largo alcance al perseguir un curso de acción que es contrario a las decisiones de la Asociación General tomadas en Congreso Mundial

 

3) a que cada unión participe en el actual estudio sobre la teología de la ordenación y sus implicaciones.

 

1. Respetar la decisión global de la Iglesia

La Iglesia mundial reconoce que la Asociación General en Congreso Mundial tiene la más alta autoridad eclesiástica para los Adventistas del Séptimo Día. Las decisiones de los Congresos de la Asociación General de 1990 (3) y 1995 (4) respecto garantizar la ordenación al ministerio de mujeres representa la actual voz de la Iglesia en este asunto. Las acciones de ciertas uniones indican su deseo de establecer una fuente alternativa de autoridad para un asunto que ya tiene la autoridad de la Iglesia mundial.

Tal y como se entiende hoy en día por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la ordenación al ministerio evangélico es ordenación para servir a la Iglesia global. No existe provisión alguna para una ordenación geográficamente localizada(5). Consecuentemente la decisón de cambiar o modificar las prácticas de la ordenación es un asunto global y necesita una decisión del cuerpo mundial de la Iglesia.

Que cualquier unión introduzca una práctica de ordenación al ministerio, es visto por el resto de la Iglesia, como una preparación para dejar de lado una decisión de la Iglesia mundial y proceder en otra direccón. Tales acciones, tomadas en el mismo momento en el que la Iglesia mundial se encuentra envuelta en un estudio y discusión del asunto, adelanta el proceso y cualquier decisión que pueda surgir del mismo. Esto crea amplia confusión, malentendidos así como una erosión de la confianza y también alimenta la duda sobre la buena fe de estas uniones al actuar como miembros de una familia mundial.

Algunos que podrían animar a las uniones a proceder con la ordenación al ministerio para mujeres llaman la atención sobre declaraciones concretas de un documento del Consejo Ejecutivo de la Asociación General(6). Tal y como lo usan estos individuos, las declaraciones parecen indicar que una unión tiene autoridad final en asuntos relativos a la ordenación al ministerio. La intención del documento del que se han tomado estas declaraciones es enfatizar la interconexión de la estructura denominacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La autoridad y la responsabilidad confiada a cualquier entidad de la Iglesia es ejercida dentro del contexto de las creencias, valores, y reglamentos de toda la Iglesia. Ser parte de la Iglesia Adventista del Séptimo Día global obliga a cada organización a pensar y actuar en beneficio del todo y a rechazar un espíritu de autonomía y auto-determinación.

2. Los efectos de la unilateralidad persiguiendo un camino de acción diferente

La importancia del proceder de cualquier unión de forma contraria a la Iglesia global no está limitada a la acción específica que involucra (en este caso, la ordenación al ministerio); toca el centro mismo de los fundamentos de la Iglesia como familia global. La esencia de la unidad en el funcionamiento de la organización de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es el compromiso mutuo de todas las organizaciones en la toma de decisiones colectivas que afectan a toda la familia –y la aceptación de aquellas decisiones como autoridad de la Iglesia. La acción de cualquier unión al perseguir un curso de acción diferente representa un rechazo de este valor clave en la vida denominacional. A menos que este valor (i.e. la toma de decisiones colectiva y la aceptación de aquellas decisiones como autoridad de la Iglesia) se mantenga, el resto de valores que contribuyen a la unidad serán seriamente debilitados.

Que una entidad exprese su disentimiento razonado ante una decisión global de la Iglesia puede parecer a algunos un curso de acción legítima. De cualquier modo, las implicaciones de actuar contrariamente a una decisión de la Iglesia mundial no se limita a una entidad. Cualquier organización que contempla un curso de acción contrario a la decisión de la Iglesia global debe preguntarse a sí misma, “¿Es este el modelo participativo en la vida de la Iglesia que deseamos establecer y recomendar para que otras entidades puedan seguir?” “¿Cómo vamos a gestionar la situación si una organización en nuestro territorio decidiese discontinuar su participación en uno o más asuntos en los que esté en desacuerdo con la gran familia de las organizaciones?” Estar mutuamente de acuerdo en los reglamentos beneficia a toda la Iglesia y la preserva de la fragmentación en unidades independientes dirigidas localmente. Son el reflejo de la voluntad dirigida por el Espíritu y permite a cada entidad mirar más allá de sí misma por el bien de todo el cuerpo de Cristo.

3. Participación en el actual estudio de la ordenación y sus implicaciones

Los directivos de la Asociación General invitan y dan la bienvenida a las uniones a que participen en el estudio global de la ordenación. Este estudio sera el más amplio y extendido que haya realizado la Iglesia sobre este tema. Se realizaron estudios anteriores mediante comisiones. Esta es la primera ocasión en la que un estudio sobre la ordenación al ministerio involucra a toda la Iglesia a través de sus 13 divisiones.

Se ha pedido a las Comisiones de Investigación Bíblica en todas las divisiones a que realicen un estudio sobre la teología de la ordenación y sus implicaciones. Además, durante 2012, el Consejo Administrativo de la Asociación General nombrará una Comisión de Estudio sobre la Teología de la Ordenación, con representación de todas las divisiones, para supervisar y facilitar el proceso de discusión global y preparar informes para presentarlos en el Consejo Ejecutivo de la Asociación General. El Consejo anual de 2014 determinará qué acción, si cabe, deberá ser recomendada en el Congreso Mundial de la Asociación General de 2015. 3Se está prestando especial atención para asegurar de que el estudio y proceso educativo sea dirigido con sinceridad y a fondo respecto el examen de la teología de la ordenación y sus implicaciones prácticas.

Todas las uniones pueden enviar sus convicciones como parte del diálogo en esta cuestión. Sus voces, junto con la de otros en este asunto, necesitan ser oídas. Ahora es el momento en el que las uniones compartan su posición respecto la ordenación al ministerio, y el razonamiento que hay detrás de ella. Al hacer esto, se asegurará que se comprendan diferentes perspectivas por la Iglesia mundial.

El llamado enviado por los directivos de la Asociación General a ciertas uniones también refleja el mensaje de este grupo de liderazgo a otras uniones para que puedan considerar pasos similares respecto las prácticas en la ordenación. El comunicado concluye: “Hemos compartido con ustedes nuestra profunda preocupación sobre el curso de acción que han escogido. Nos damos cuenta de que existen claras diferencias en las convicciones respecto la ordenación al ministerio de mujeres en nuestra familia global. También nos damos cuenta de que el paso del tiempo sin encontrar una respuesta satisfactoria a las tensiones sobre este tema pueden suscitar frustración y la erosión de la confianza en que se encuentre una resolución satisfactoria mutua y a tiempo.”

“Por lo tanto, os llamamos encarecidamente a:

1. Que su unión continúe operando en armonía con las decisiones globales y los procesos de toma de decisiones de la Iglesia.

2. Que hasta que llegue el momento en el que la Iglesia decida de otro modo, su unión se abstenga de tomar cualquier acción de implementar prácticas de ordenación al ministerio que sean contrarias a las acciones tomadas en los Congresos Mundiales de la Asociación Genral de 1990 y 1995.

3. Que la membresía de la unión sea informada al respecto las implicaciones para toda la Iglesia en el caso de que una entidad, por cualquier motivo, escoja un curso de acción en deliberada oposición a una decisión tomada por la Iglesia mundial.

4. Que la unión participe activamente en la discusión global sobre la comprensión de la Iglesia y la práctica de la ordenación. Las contribuciones de una unión en esta discusión puede ser enviada a la Comisión de Estudio sobre la Teología de la Ordenación a través de la respectiva Comisión de Estudio sobre la Ordenación establecido por cada división.

“Gracias por su voluntad al recibir y reflexionar sobre estos asuntos. Nos unimos a ustedes en una búsqueda diligente y en oración para conocer la voluntad, la bendición y la guía de Dios en este y todos los asuntos que afectan nuestra vida conjunta como Iglesia y a nuestro colectivo a esforzarse para adelantar Su reino.”

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Notas al pie:

1. El 31 de diciembre de 2010, la Iglesia Adventista del Séptimo Día contaba con 60 Uniones con estatus de Conferencia, y 59 Uniones con estatus de misión.

2. El grupo de 40 directivos involucrados incluye directivos de Presidencia, Secrcetaría y Tesorería de la Asociación General además de presidentes de divisiones quienes, además de ser presidentes de sus divisiones, son vice-presidentes de la Asociación General.

3. El Congreso Mundial de la Asociación General de 1990 aprobó que las mujeres deberían tener amplia participación en todas las actividades de la iglesia, incluida la ganancia de almas y la actividad pastoral, pero que “a la vista de un posible riesgo de desunión, disensión, y distracción de la misión de la Iglesia”, el Congreso también aprobó la recomendación del Consejo Anual para que no se autorizase la ordenación de mujeres al ministerio evangélico.

4. La acción del Congreso de la Asociación General de 1995 rechazó la propuesta de la División Norteamericana para que se adoptasen provisiones sobre la ordenación tal y como se describe aquí: “La Asociación General otorga a cada división el derecho de autorizar la ordenación de individuos dentro de su territorio en armonía con la normativa establecida. Además, donde las circunstancias no resulte aconsejable, una división pueda autorizar la ordenación de individuos cualificados sin tener en cuenta el género. En las divisiones cuyo Consejo Ejecutivo tome acciones específicas aprobando la ordenación de mujeres al ministerio, que las mujeres puedan ser ordenadas para servir en esas divisiones.”

5. Se ha citado como justificación que un número de mujeres sirven como ministros ordenados en China, para que las uniones en cualquier otra parte procedan de manera similar. Se ha alegado que la División de Asia y Pacífico Norte reconoce estas ordenaciones y, por lo tanto, ha establecido un precedente para garantizar ordenación ministerial a mujeres. #En cualquier caso, estas ordenaciones no fueron autorizadas o llevadas a cabo según la reglamentación de la Iglesia. Estas ordenaciones tampoco han sido aprobadas o reconocidas/refrendadas por la División de Asia-Pacífico Norte. La Iglesia Adventista del Séptimo Día no tiene una estructura organizada oficialmente en China que sea compatible con otras áreas del mundo. Las regulaciones del gobierno no permiten que haya acciones externas en los asuntos de la iglesia en China. La práctica en China de la ordenación al ministerio para mujeres está reconocida como una realidad que ha surgido en China y que está más allá de la influencia de la estructura de la Iglesia Adventista del Séptimo Día mundial.

6. “La Asociación General y sus Divisiones”, Consejo Ejecutivo de la Asociación General, Abril 2012.


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LIDERES DE LA IGLESIA MUNDIAL
SE REFIEREN AL VOTO DE LA UNIÓN PACÍFICO

agosto 19, 2012 Silver Spring, Maryland, United States - ANN staff

 

En la noche de hoy, los principales líderes de la Asociación General de la Iglesia Adventista dieron a conocer una respuesta al voto de la Unión Asociación del Pacífico, que recomienda ordenar ministros sin distinción de sexo, expresando que la medida constituye una “serie amenaza” para la unidad de la iglesia mundial y se adelanta al estudio en curso sobre la cuestión de la ordenación.

 

Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, se dirige a la Asamblea de la Unión Asociación del Pacífico este 19 de agosto. Más tarde, él y otros directivos de la iglesia mundial dieron a conocer una respuesta al voto que apoya la ordenación sin distinción de sexo.

 

En una sesión especial en la tarde de hoy, los delegados de la Unión del Pacífico, con sede en California, votaron 79 a 21 por ciento recomendar a su Junta Directiva “aprobar las ordenaciones al ministerio evangélico sin distinción de sexo”. En el presente, la Iglesia Adventista no ordena a las mujeres al ministerio.

La medida de la Unión del Pacífico se produce tres semanas después de que una unión de los estados del Atlántico Medio de los Estados Unidos tomó un voto similar. La Unión Asociación de Columbia, con sede en Maryland, votó el pasado 29 de julio recomendar a su Junta Directiva la aprobación de la ordenación sin distinción de sexo.

Los directivos de la Asociación General dijeron que ambos votos van en contra de los reglamentos. Los líderes apelaron a todas las unidades administrativas para que “se abstengan de decisiones independientes y unilaterales”, y dijo que la Junta Directiva de la iglesia mundial determinará qué respuesta dar en su próxima sesión en octubre.

 

A continuación se presenta la respuesta completa de los directivos de la Asociación General:

 

UNA RESPUESTA AL VOTO DE LA ASAMBLEA DE LA UNIÓN ASOCIACIÓN DEL PACÍFICO DE ESTE DOMINGO 19 DE AGOSTO DE 2012

Los 17 millones de miembros de la Iglesia Adventista se encuentran unidos por medio del Espíritu Santo en un compromiso común con Cristo y las verdades de su Palabra, una misión urgente para el tiempo del fin, y una organización eclesiástica inspirada por Dios. La amenaza a cualquiera de estos elementos pone en riesgo la unidad de la iglesia. Es por esta razón que los líderes de la Iglesia Adventista afirman el voto de la Unión del Pacífico de no cambiar su constitución y permanecer en armonía con la iglesia mundial. Esto representa un paso en la dirección positiva. Sin embargo, los líderes de la Asociación General están seriamente preocupados por el voto subsiguiente de la Unión del Pacífico de adelantarse a las decisiones colectivas de la iglesia mundial en relación con la ordenación. Las acciones unilaterales que son contrarias a las decisiones votadas por la iglesia mundial amenazan seriamente la unidad de la iglesia.

La iglesia mundial reconoce la función vital que cumplen las mujeres en la vida, el ministerio y el liderazgo de la iglesia y fomenta su participación activa. Dado que la Junta Administrativa de la Asociación General ya ha votado e iniciado el estudio más abarcador de nuestra historia sobre el tema de la ordenación, que incluirá el estudio de la ordenación de la mujer, el voto de la Unión del Pacífico de otorgar la ordenación ministerial “sin distinción de sexo” se adelanta al proceso votado para el estudio actual de la teología y prácticas de la ordenación, al comprometer a la Unión Asociación del Pacífico a un resultado particular antes de que se complete el proceso de estudio y discusión. El voto expresa asimismo una falta de confianza en la integridad del proceso general aceptado y votado por los administradores y el personal de la Asociación General, los directivos de las divisiones, y los pastores y laicos de todas las divisiones mundiales que cumplen funciones en la Junta Directiva de la Asociación General, que incluye a los presidentes de las 125 uniones que representan a la iglesia mundial, en relación con nuestra manera de enfrentar los desafíos comunes.

Asimismo, el voto es contrario a los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos de la Asociación General, y deja de lado las decisiones de los Congresos de la Asociación General 1990 y 1995 en relación con la práctica de la ordenación. El voto tomado por la Unión Asociación del Pacífico representa una seria amenaza a la unidad de la Iglesia Adventista mundial y, por lo tanto, en su próxima sesión de octubre de 2012, como se ha indicado en otra declaración pública reciente de los directivos de la Asociación General y presidentes de división, la Junta Directiva de la Asociación General analizará detenidamente la situación y determinará de qué manera responder. En el espíritu de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, los directivos de la Asociación General hacen un llamado a todas las entidades, organizaciones e individuos, incluida la Unión Asociación del Pacífico, a abstenerse de decisiones independientes y unilaterales y de implementar acciones de esa naturaleza.

Es nuestra oración que la “unidad” por la Jesús oró en su gran oración intercesora de Juan 17, y que los discípulos experimentaron en Hechos 2, se haga manifiesta en su iglesia hoy. Oramos para que el resultado de esta unidad sean vidas transformadas por su gracia, unidas en su amor, y capacitadas por su Espíritu para proclamar el mensaje para el tiempo del fin en toda su plenitud a un planeta que perece, apresurando así el glorioso regreso de nuestro Señor.


Ted N. C. Wilson, Presidente
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día


G. T. Ng, Secretario
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día


Robert E. Lemon, Tesorero
Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día

 

 

 

 

 

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