Breve estudio del libro de Daniel

Por Pr. Roberto Romero 


Introducción

Dios no ha dejado su pueblo a la deriva. Cuando ordenó a Daniel que sellara el libro hasta el tiempo del fin estaba pensando en su remanente cercano al regreso de Jesús.

El libro del profeta Daniel es para la actualidad, tal como el Apocalipsis; tener una comprensión acertada de su contenido imparte orientación y solidez de fe al pueblo del Altísimo, da una perspectiva real de cuál será el curso de acontecimientos rumbo al fin de la historia del pecado e imparte la seguridad de que el Dios de los cielos y de la tierra está al control de la historia humana.

Esta investigación persigue esclarecer puntos vitales del libro de Daniel que llevarán a una comprensión acertada y fructífera de su mensaje, entre los que se tienen las evidencias de su autoría, el contexto, los métodos de interpretación profética, la estructura literaria y temas, la historicidad del libro frente a la crítica, los idiomas en que fue escrito y algunas aplicaciones de su contenido profético.

 

Capítulo I: Evidencias de Daniel como autor

Los críticos liberales han disputado la paternidad del libro de Daniel, pretendiendo que fue escrito por un autor anónimo alrededor del año 167 a.C., pero sus argumentos han sido contestados por académicos conservadores.

 

Argumentos de la crítica para negar la paternidad de Daniel

  1. El autor comete errores históricos.

  2. El hebreo y arameo de Daniel son muy posteriores a los del siglo VI.

  3. Varios términos utilizados son persas y griegos; un judío del siglo VI no podría conocerlos.

  4. La descripción minuciosa del panorama y efecto de las guerras seleúcido-ptolemaicas no son profecías genuinas.

  5. Hay muchas repeticiones, lo que demuestra que fueron varios autores.

  6. Hay cambios de estilo y vocabulario indicativos de que fue escrito por diferentes autores.

     

Evidencias que demuestran la paternidad de Daniel

La opinión tradicional de judíos y cristianos es que el libro fue escrito por Daniel en el siglo VI.

Evidencias Externas

  1. Toda la tradición judía adjudica el libro al profeta Daniel.

  2. En los Manuscritos del Mar Muerto se hallaron copias del libro de Daniel fechadas del 150 a.C. aproximadamente, lo que evidencia su popularidad entre los judíos.

  3. Flavio Josefo, el historiador judío, lo acredita a Daniel.

  4. La fraseología hebrea y aramea de Daniel es muy anterior a la época de los arameos.

Evidencias internas

  1. Lo que el mismo libro dice:

    1. Afirma que Daniel recibió la orden divina de preservar el libro (Daniel 12:4).

    2. Habla en primera persona (Daniel 8: 1-7, 13-19; 9: 2-22; 10:2-5).

    3. Habla en tercera persona, un estilo frecuente en obras antiguas (Cf 1:6 con Jeremías 1:1 e Isaías 1:1)

  2. El autor conoce bien la historia:

    1. Sólo un hombre del siglo VI, bien versado en asuntos babilónicos podría haberlo escrito.

    2. No hay registro extrabíblico; sólo la arqueología moderna ha traído a la luz estos hechos.

  3. El testimonio de Jesús:

    1. Cristo citó un pasaje del libro y lo atribuyó a Daniel (Mateo 24:15).

  4. El testimonio de Ezequiel:

    1. Ezequiel, siendo contemporáneo con Daniel, lo cita varias veces (Ezequiel 14:14).

  5. Elena G. De White presenta a Daniel como autor al decir: ". . . sus admirables profecías registradas en los capítulos 7 al 12 que lleva su nombre. . ."

  6. El cumplimiento profético de lo escrito en el libro.

     

Capítulo II: Marco Histórico

Época

El profeta Daniel nació en el seno de una familia acomodada que vivió en Palestina alrededor del 622 a.C. Fue llevado cautivo por la primera invasión de Nabucodonosor a Judá en el 605 a.C.; para entonces sólo tenía unos dieciocho años y fungía como laico. La época en que escribió su libro se puede enmarcar entre el 606 al 536 a.C.

 

Geografía

El libro se escribió en Babilonia, imperio que colindaba al norte con Asiria, al sur con el Golfo Pérsico, al este con Elam y Suisiana, y al oeste con el desierto de Arabia.

 

Cultura y Civilización

Organización Social y Política

La sociedad se dividía en cuatro clases: 1) Sacerdotes: Eran la clase dominante, los maestros, consejeros del rey y responsables del culto; 2) Guerreros: Orden y defensa; 3) Agricultores y 4) Artesanos: Clase más inferior. El gobierno era monárquico-despótico y se titulaba “Rey de Reyes” y “Jefe Espiritual”.

Religión

Los primeros babilonios, de inicio, eran monoteístas, sólo creían en Elohim; luego se transformaron en politeístas adorando deidades como el dios protector, el dios del abismo, de la luna, del sol, de las tumbas, etcétera. El culto se realizaba en templos, torres y pirámides y consistía en ofrendas de alimentos, perfumes, sacrificios de animales y humanos. De todos estos dioses Marduk pasó a ser el dios principal.

 

Capítulo III: Interpretación Profética

La interpretación profética ha tenido varios métodos a través de la historia, pero se han destacado tres sistemas o escuelas: Preterista, Futurista e Historicista.

 

Método Preterista

Estudia las profecías con referencia a eventos pasados y sostiene que el libro de Daniel es una obra escrita durante el período de los macabeos para animar la resistencia de Antíoco-Epífanes (175-164 a.C.).

Los comentaristas y críticos liberales que se atienen a esta perspectiva repudian el milagro de la predicción. Se puede decir que este método hace mentir a la Biblia.

 

Método Futurista

Proyecta las profecías hacia el futuro, más allá de nuestro control. Ejemplos de esta posición los tenemos en: 1) El dispensasionalismo (Futurismo Extremo), que al tratar la profecía de las 70 semanas afirma que hay un paréntesis de veinte siglos entre las 69 semanas y la semana 70 en el período del fin. 2) El Futurismo Moderado, donde se enfatiza el cumplimiento escatológico de la profecía. El Método Futurista hace de la Biblia una ciencia ficción.

 

Método Historicista

Estudia la profecía relacionada con eventos históricos desde el tiempo en que fue dada hasta el tiempo del fin. Es el sistema más antiguo de interpretación tanto para judíos como para cristianos.

Para su uso adecuado debe partirse de un estudio cuidadoso del texto bíblico y después estudiar la historia para ver si los eventos cuadran con la descripción profética.

 

Posición Adventista

Los adventistas creen que el Método Historicista es el que mejor se acomoda a los principios de interpretación profética, pues es el único que respeta la institución histórica de los autores bíblicos. Se basan esencialmente en el principio de “Sola Escritura” de la Reforma del siglo XVI en Europa, creyendo que la Biblia es “Su propia intérprete”.

 

Capítulo IV: Estructura literaria y tema central

Estructura Profética

La mayoría de los teólogos y comentaristas coinciden en dividir el libro en dos secciones: una histórica, con un capítulo introductorio, y una profética.

El bosquejo atendiendo a los aspectos proféticos y considerando la composición bilingüe del libro podría presentarse así:

  1. Introducción histórica (1:1-21).

  2. Los reinos gentiles (2:1-7:28).

  3. Las naciones de Israel (8:1-12:13).

Los capítulos escritos en hebreo (1, 8, 9,10-12) tratan de asuntos judíos y los escritos en arameo (2-7) tratan asuntos concernientes a la historia judía. Se pueden notar paralelismos entre 2 y 7 (Historia del mundo pagano), 3 y 6 (Gentiles persiguiendo al pueblo de Dios) y 4 y 5 (Revelaciones sobrenaturales a reyes paganos).

 

Estructura Cronológica

  1. El reino de Nabucodonosor:

    1. Los judíos cautivos en la corte (1:1-21).

    2. Daniel y el sueño del rey (2:1-49).

    3. Los tres amigos en juicio (3:1-30).

    4. La humillación del rey (4:1-37).

  2. La era Nabonido-Belsasar:

    1. La bestial naturaleza de los reinos (7:1-28).

    2. Los reinos identificados (8:1-27).

    3. La caída de Babilonia (5:1-30).

  3. En los tiempos Medo-Persas:

    1. La preocupación de Daniel por su pueblo (9:1-27).

    2. Sobre el juicio por su religión (5:31-6:28).

    3. La revelación final de Daniel (10:1-12:13).

Esta estructura dificulta establecer una línea temática bien definida, sería sólo historia lo que se estaría destacando y la unidad central del libro, con sus enseñanzas, estaría lejos de un tema espiritual que pueda ser bien delimitado.

 

Forma en que escribió Daniel

  1. Presenta un flujo natural en el que cada capítulo presupone la existencia de uno anterior. (Ejemplo: Los capítulos 1-6 establecen el trasfondo histórico y geográfico de aspectos que se tratan más tarde en 7, 8,9, 10-12).

  2. Establece vínculos cronológicos entre las dos secciones, siguiendo la misma progresión histórica en secuencia paralela. (Ejemplo: Las visiones de la segunda parte repiten el patrón de las de la primera).

  3. Une todo el libro con una estructura quiasmática o de paralelo invertido. (Lenglet en 1972 presentó la estructura concéntrica de la sección aramea y Doukhan sugiere que todo el libro es un paralelismo concéntrico o quiasmo palístrofe que tiene el capítulo 7 como centro: el eslabón que une la historia y la profecía).

Tema Central

Hay temas que se repiten y que son comunes en ambas secciones:

  1. La incomparable soberanía divina es atacada pero siempre sale victoriosa.

  2. El pueblo de Dios es dominado y perseguido pero sale victorioso de las pruebas y es vindicado por Dios al final del tiempo.

  3. El orgullo precede a la caída (Hechos de capítulos 4 y 5 antes que los de 7 al 12).

  4. La liberación milagrosa del horno de fuego y del foso de los leones inspiran confianza al pueblo de Dios.

  5. El cumplimiento de Daniel 4 y 5 inspiran confianza en que los eventos futuros de 7 al 12 también se cumplirán.

Se puede sacar un tema central: Dios está al control de la historia y tiene soberanía sobre los asuntos de los hombres en todas las épocas.

 

Capítulo V: Historicidad del libro ante la crítica

La crítica moderna considera que el libro de Daniel fue escrito por un autor anónimo en el siglo II a.C. durante la Revolución Macabea. Argumenta dos razones esenciales:

  1. Que algunas profecías de Daniel se refieren a Antíoco Epífanes IV (175-163 a.C.).

  2. Que el libro contiene sucesos que no concuerdan con lo hechos históricos conocidos en fuentes extrabíblicas, como:

    1. La locura de Nabucodonosor.

      (La ausencia de comprobaciones no es un fenómeno extraño en una época en que los registros reales sólo contenían narraciones dignas de alabanza).

    2. La existencia de Darío el Medo.

(Alguno escritos de autores griegos e informaciones fragmentarias de fuentes cuneiformes insinúan su identidad).

Otras supuestas dificultades históricas son:

  1. La aparente discrepancia cronológica entre Daniel 1:1 y Jeremías 25:1. (Se ha resuelto la dificultad al descubrir que tanto los reyes babilonios como de Judá en ese tiempo contaban los años de su reinado según el Método del Año de Ascensión. El año en que el rey babilonio ascendía al trono no se contaba oficialmente como el primer año, sino sólo como el año cuando subía al trono; su primer año calendario no comenzaba hasta el primer del día de Año Nuevo cuando, en una ceremonia religiosa, tomaba las manos del dios babilonio Bel).

  2. Nabucodonosor como constructor de Babilonia. (Los registros cuneiformes de esa época y los descubrimientos arqueológicos durante los últimos 100 años han confirmado el relato de Daniel que atribuye a Nabudonosor la construcción de la gran Babilonia).

  3. Belsasar como Rey de Babilonia. (Los descubrimientos hechos desde mediados del siglo XIV han vindicado de forma impresionante el carácter fidedigno del relato histórico de Daniel respecto a Belsasar).Es de mucho valor añadir que a raíz del hallazgo de los rollos del Mar Muerto (Qumrám) y como parte de la excavaciones, en 1952 se encontró una vasija da barro que contenía material manuscrito dentro del que estaba el libro de Daniel. Con tal descubrimiento se demostró la veracidad histórica del registro, pues los manuscritos fueron datados de hasta 200 años antes de Cristo, de lo que se infiere a las claras que esos fueron los documentos que se utilizaron en los tiempos de Jesús y los apóstoles.

     

Capítulo VI: Idiomas

Una parte del libro de Daniel fue escrita en hebreo y otra en arameo, esta última porción abarca los capítulos 2:4 al 7:28.

Los eruditos tratan de dar algunas explicaciones a esta manifestación bilingüe al declarar que:

  1. El autor escribió los relatos históricos para los de habla aramea y las profecías para los de habla hebrea. (Pero en los capítulos 2 y 7, donde hay grandes profecías, aparece el arameo, lo que indica que tal posición no es correcta).

  2. Los idiomas muestran la existencia de dos fuentes. (El libro tiene una marcada unidad, hecho que los críticos radicales han reconocido, por lo que el argumento queda descartado).

  3. El libro fue escrito en uno de los dos idiomas y luego algunas porciones fueron traducidas al otro idioma. (Esto deja sin contestar la pregunta de por qué se tradujeron al otro idioma algunas porciones y no todo el libro).

    Esta última posición está aparentemente bien orientada porque pareciera que las diferentes secciones fueron registradas por Daniel en ocasiones distintas, quien era un culto funcionario del gobierno y escribía en varios idiomas.

    Estas dos lenguas empleadas no parecen ser una división natural del libro, y la fraseología que utiliza el autor es muy anterior a la época de los macabeos.

    El libro tiene un mensaje de juicio y derrota para los gentiles, siendo notable que la sección dirigida a estos esté en arameo, la lengua comercial y diplomática de la época. También contiene un mensaje de esperanza y liberación para su pueblo, que está registrado en hebreo.

    Es asombroso notar que el capítulo 4 fue escrito por Nabucodonosor en una estructura poética conocida como paralelismo.

     

Capítulo VII: Aplicaciones de las profecías de Daniel por Cristo, Pablo y Juan

Jesús, Pablo y Juan era profundos estudiantes de las profecías de Daniel, por ello recibieron su influencia y aplicaron sus palabras en discursos y escritos.

 

Aplicaciones de Cristo

Cuando en el Sermón Profético de Mateo 24 Jesús le hablaba a sus discípulos del tiempo del fin y rebatía la admiración de estos por la pompa del templo de Herodes, al decir: “. . . no quedará piedra sobre piedra. . .” aludió a Daniel 9:26. Daniel lo predijo 600 años antes, ahora Cristo lo reafirma con 40 años de anticipación al hecho que se cumpliría en el año 70 d.C. a manos del ejército romano.

Jesús, en Mateo 24:15, certificó que Daniel era profeta. Al declarar “. . . cuando veáis en el lugar Santo la abominación desoladora de que habló Daniel, el que lee entienda”, se estaba refiriendo a Daniel 8:11 donde el profeta dijo: “. . . y el lugar de su santuario fue echado por tierra”. La mencionada abominación sucedió cuando los soldados romanos irrumpieron en el templo llegando hasta el lugar santísimo, con lo que todos los ritos quedaron suspendidos.

Más adelante, en Mateo 24:30, el Salvador habla de la venida del hijo del Hombre, y la describe similar a Daniel en su capítulo 2:44. Vemos que Cristo aplicaba las profecías de Daniel a su vida y las incluía en sus sermones.

El Maestro, al hablar de su autoridad en Juan 5:29, hace mención de la resurrección; y vemos que Daniel, casi al concluir su libro (12:2), había tratado el mismo asunto desde la misma perspectiva: esperanza para unos y angustia para otros.

 

Aplicaciones de Pablo

Pablo cita 139 veces a Daniel en todos sus libros. Sólo tres de ellas se comentan a continuación:

  1. Daniel le hizo saber a Nabucodonosor que todo cuanto tenía como rey se lo debía a Dios (Daniel 2:37). Siglos más tarde Pablo declaró a los corintios: “Porque ¿quién te distingue? o ¿qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste ¿Por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?”. Pablo tuvo que repetirles las palabras de Daniel a los corintios que estaban orgullosos por su prosperidad y grandeza económica. Al respecto el Dr. Loron Wade comenta: “Todo lo que eres, todo lo que tienes, Dios te lo ha dado ¡Qué fácil es olvidar esa gran verdad!”.

  2. Daniel 11:36 está hablando de un siniestro personaje que aparecería en el futuro, se engrandecería y levantaría contra Dios. Pablo aplica esto al escribirle a los tesalonicenses, y los advierte de los peligros del hombre de pecado (2 Tesalonicenses 2:3,4). Ratificó lo dicho por Daniel más de cinco siglos antes. Y Marvyn Maxwell declara: “El rey que se engreirá y exaltará por encima de todos los dioses no es otro que el papado medieval”.

  3. Daniel 12:2 presenta la resurrección de los muertos y Pablo, en armonía con el profeta en 2 Tesalonicenses 4:16 narra el mismo suceso en ocasión del glorioso regreso de Cristo.

     

Aplicaciones de Juan

Daniel 7 está aplicado especialmente en Apocalipsis 13. Juan vio una bestia a modo de leopardo, pero tenía elementos de oso y de león. Estos animales fueron mencionados por Daniel en una visión que recibió seis siglos antes. El león, oso y leopardo representan los imperios de Babilonia, Medo-Persia y Grecia respectivamente. Hubo también una cuarta bestia que representaba a Roma, y de donde salió un cuerno pequeño. La conducta de la primera bestia de Apocalipsis 13 es similar a la del cuerno pequeño registrado en Daniel 7.

 

El Cuerno Pequeño (Daniel 7 Y 8)

La Bestia con Cuerpo de Leopardo (Apocalipsis 13)

Profiere palabras contra el Altísimo.

Profiere palabras de orgullo y blasfemia.

Tratará de cambiar los tiempos y la ley.

-

Pisotea el ejército sobre el cimiento de su Santuario.

Blasfema contra Dios, su nombre, su morada y los que moran en el cielo.

Los santos están en sus manos por “Un tiempo, y por tiempos, y por medio tiempo”.

Hace guerra contra los santos por 42 meses.

 

Se aprecia así, tanto en Daniel 7 como en Apocalipsis 13, la existencia de los cuatro grandes imperios y el período de 1260 años de supremacía papal.

 

Conclusiones

El Libro de Daniel ha sido un registro controversial por muchos años, los críticos han atacado su paternidad, pero “los santos del Altísimo” han defendido su veracidad y autoría.

Aunque los oponentes han esgrimido argumento tras argumento para acreditarlo a un autor anónimo del siglo II a.C. existen evidencias internas y externas que sientan a Daniel, el profeta de Dios, en el trono de los autores. Su historicidad también ha sido demostrada con abundantes hallazgos arqueológicos.

El marco histórico, la estructura literaria y el esclarecimiento de la dualidad de idiomas en que fue escrito nos ofrecen claridad en la comprensión del mismo; las interpretaciones proféticas son dignas de ser analizadas pero sólo el Método Historicista es honestamente empleable.

Las aplicaciones de Jesús, Pablo y Juan revelan el conocimiento que tenían de los escritos de Daniel y a su vez dan crédito al profeta de Dios.

El tema central y los secundarios son toda una inspiración para el estudiante aplicado, llevándolo a una íntima relación con su gran Dios, el Dios que está al timón de la historia.

Se puede decir con toda certeza que el Libro de Daniel fue escrito por un cautivo judío llamado Daniel que vivió en Babilonia desde el 605 al 536 a.C. aproximadamente. Este es un libro para hoy.

 

 

Bibliografía consultada

  1. Benware, Paul N. Panorama del Antiguo Testamento. Michigan, U.S.A.: Editorial Portavoz, 1994.

  2. Caraballosa, Evis L. Daniel y el Reino Mesiánico. Michigan, U.S.A: Editorial Portavoz, 1979.

  3. Josefo, Flavio. Antigüedades de los judíos. Barcelona: CLIE, 1980.

  4. Juárez, Armando. Las Profecías del Fin. México: Editorial Montemorelos, 1995.

  5. Maxwell, Mervyn. Dios revela el futuro: El mensaje de Daniel. Colombia: APIA, 1989.

  6. Nichol, Francis. D. Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día. Tomo VI. California, U.S.A.: PPPA, 1985.

  7. Pfeiffer, Charles F. Comentario Bíblico Moody Antiguo Testamento. Michigan, U.S.A: Editorial Portavoz, 1999.

  8. Schultz, Samuel J. Habla el Antiguo Testamento. Michigan: Portavoz, 1999.

  9. Unger, Merril F. Nuevo Manual Bíblico de Unger. Michigan, U.S.A: Editorial Portavoz, 1985.

  10. Wade, Loron. El futuro del mundo revelado en el libro de Daniel. México: Universidad de Montemorelos, 2002.

  11. Whitcomb, John C. Comentario Bíblico Portavoz Daniel. Michigan, U.S.A: Editorial Portavoz, 1996.

  12. White, Elena G. De. Profetas y Reyes. Buenos Aires, Argentina: Casa Editora Sudamericana, 1963.

  13. Wood, Leon J. Los Profetas de Israel. Michigan: Portavoz, 2003.

 

              - - ACCEDE A FACEBOOK  --
- - ACCEDE A FACEBOOK --

PÁGINAS RECOMENDADAS